jueves, 11 de marzo de 2010

Mírame


Son miradas furtivas, cómplices, eternamente reveladoras.
Son cruces explosivos
Es elevar los párpados en el momento preciso
Es bloquear literalmente a quien tú quieras




Es comunicar todo, o nada.



Son los típicos dos luceros que en tantos poemas han sido estampados

Son los típicos dos espejos del alma

Son dos pequeños cristales que, aunque no queramos, reflejan cada uno de nuestros pensamientos.



Es mirarnos y saber lo que el otro piensa.



Personalmente, si de algún modo sé expresarme bien es con mis ojos, mis dos pequeñas estrellas color café.

Mírame, y sabrás cuándo estoy alegre y cuándo triste, cuándo me disgusto, cuándo me divierto; cuándo algo me duele y cuándo algo me encanta, cuándo algo me fastidia o cuándo me gusta, si me importa, si me molesta, si me obsesiono, si me sorprendo, si temo algo o estoy a gusto, si siento...

martes, 9 de marzo de 2010

Siénteme




Es un cosquilleo en la yema de los dedos.

Lo veo en sus ojos, en su vivacidad.



Solo acercarlos y ya pueden sentir esa energía: índice, corazón, anular, meñique y finalmente, el pulgar. Descargas nerviosas se suceden a medida que se unen en la oscuridad. Solo existe el tacto.

Una caricia... una corta y lenta caricia por su antebrazo, ese estrechamiento en torno a su muñeca y esos mimos con un vaiven de las uñas .. es un cosquilleo nervioso, pero agrada y cautiva.

Él está ahí; ella le siente. Siente su piel, cada poro, cada línea en la palma de su mano, casi corriendo la sangre por sus venas.
Y luego él corresponde sus caricias, y siente su piel, cada poro, cada línea en la palma de su mano, la sangre corriendo por sus venas.

Y se adelanta, eleva su mano y con un breve y ágil movimiento entrelaza cada dedo, y los aprieta contra ella. Lo veo nítido, a cámara lenta. Sus dedos resbalando entre los suyos, llevando la mano de ella contra la suya y en ese choque, miles de sentimientos que se precipitan...


Y me despierto y pienso... solo 7 días para poder ser protagonista de una historia parecida.


viernes, 5 de marzo de 2010

Ooºoº ' innocentes bulles ' ºoºoO


Plop plop

plop



Me siento como una burbuja... una sensible burbuja, que al más mínimo roce sufre toda una serie de alteraciones emocionales.



Y no hablo de roce físico, no. No pensemos mal.... que nos conocemos. No. Yo hablo del roce afectivo. Una mirada cómplice, una sonrisa, un cruce de palabras, ... El día a día es una aventura de vaivenes. Ahora estoy a gusto, al momento nerviosa, al rato tranquila y de nuevo cohibida...

Vosotras, burbujas, tenéis una influencia sobre mí que desconocéis. Demasiada influencia diría yo. Esto tiene que cambiar. Sé que es una decisión; vuestro influjo no es imperativo, yo puedo transformarlo. En fait, también depende de mí el modo con el que intervenís en mi vida...