
Lo veo en sus ojos, en su vivacidad.
Solo acercarlos y ya pueden sentir esa energía: índice, corazón, anular, meñique y finalmente, el pulgar. Descargas nerviosas se suceden a medida que se unen en la oscuridad. Solo existe el tacto.
Una caricia... una corta y lenta caricia por su antebrazo, ese estrechamiento en torno a su muñeca y esos mimos con un vaiven de las uñas .. es un cosquilleo nervioso, pero agrada y cautiva.
Él está ahí; ella le siente. Siente su piel, cada poro, cada línea en la palma de su mano, casi corriendo la sangre por sus venas.
Y luego él corresponde sus caricias, y siente su piel, cada poro, cada línea en la palma de su mano, la sangre corriendo por sus venas.
Y se adelanta, eleva su mano y con un breve y ágil movimiento entrelaza cada dedo, y los aprieta contra ella. Lo veo nítido, a cámara lenta. Sus dedos resbalando entre los suyos, llevando la mano de ella contra la suya y en ese choque, miles de sentimientos que se precipitan...
Y me despierto y pienso... solo 7 días para poder ser protagonista de una historia parecida.
Me he quedado medio tonta al leerlo, precioso, precioso :)
ResponderEliminarUna de las mejores sensaciones en el mundo, sin duda.