sábado, 22 de enero de 2011

Donde las haya...


Hoy ha venido una amiga a hacerme una visita, es genial reencontrarse con viejos amigos! Hacía casi un mes que no la veía y ya se le echaba de menos!
Bueno, he de reconocer que a veces es un poco cotilla... bueno, muy cotilla; tanto tanto que casi siempre llega en el mejor momento... ¡ahí, a darlo todo conmigo!


Mi amiga tiene una manía, y es que para relacionarse tiene que estar dándome toques cada dos por tres... como si no estuviese segura de que la situación comunicativa funcione y necesitase echar mano de la función fática... pues lo mismo; erre que erre con sus toques:

"Aleee, Alee, estoy aquí! Ale, ¿me ves? Hey hey!!, ¿me oyes? Ya he llegadooooo!! ¡¡Estoy aquí!!"

...

Es un poco pesada la pobre, pero la conozco desde hace unos cuantos años y no queda otra que aguantarla... En el fondo es muy maja, porque conozco a personas que tienen visitas peores...! Sí sí, soy afortunada de tener una amiga así.

Siempre que llega tenemos que hacer todo juntas: ir de compras, estudiar, lavar los platos, tomar unas cervezas, pasear con mi novio en plan sujeta-velas.....
Sí, mi novio ya la conoce, ¡y le cae mejor que a mí! ¿Habrase visto cosa igual? Siempre que llega ella, mi novio casi echa cohetes, ya empiezo a dudar de si se traen algo entre ellos... No me gusta esa complicidad que tienen entre los dos.
Y ahora que lo pienso, no es la primera vez que me pregunta por ella así, sin más... ¡Esto huele a chamusquina!

En fin, os dejo que aquí anda otra vez llamándome... ¿qué querrá ahora la tía?







Por cierto, mi amiga se llama Dolores...













♫♪ No me llames Dolores, llamame Lola... ♫♪


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