miércoles, 29 de diciembre de 2010

Y los dos se pusieron a cantar





Empanada.


Así estaba yo mientras él conducía. Totalmente empanada pasando las páginas de la revista. La revista de un paraíso. -Mi- paraíso.

Y no sé porqué mi mente cambió el chip y me puse a gritar, gritar tipo Tarzán; y a bailar, y a hacer gestos con mi cara como si nos moviésemos a la velocidad de la luz y mi cuerpo se pegase al asiento del copiloto y a cantar un gran dúo con mi amigo conductoooor ♪♫ pon atencióóóóóón ♪♫.


Al final llegaron los nervios y las prisas... él porque casi choca con una fragoneta; yo por querer darle un último beso de despedida por su lado de la ventanilla, cuando por ambos lados se acercaban coches.




Te lo aviso, te cansarás de escucharme cantar

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